domingo, 29 de setembro de 2019

Un nuevo comienzo: los Libros Rojos de España (2)

               
Siguiendo el tema de 'ayer' os diré, caros amigos on-line, que las categorías y criterios utilizados por la UINC tienen el objetivo o intención de ser un sistema de fácil comprensión para clasificar las especies en alto riesgo de extinción global. Así, durante 30 años y hasta 1994 se han empleado, con algunas modificaciones, las listas rojas de la UINC que ofrecen a los usuarios una guía clara sobre cómo evaluar los diferentes factores que conducen al riesgo de extinción de un determinado taxón. Las nueve (09) categorías y criterios de la UINC - Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, son las siguientes:
         1) Extinto (EX) =; no existe ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto, o sea, cuando después de prospecciones exhaustivas de sus hábitats, conocidos y/o esperados en su área de distribución histórica, no se detecta un solo individuo;
         2) En Peligro Crítico (CR) = las evidencias disponibles indican que el taxón está enfrentando un riesgo extremamente alto de extinción en estado silvestre;
         3) En Peligro (EN) =; las evidencias disponibles indican que el taxón está enfrentando un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre;
        4) Vulnerable (VU) = las mejores evidencias disponibles indican que el taxón está enfrentando un riego alto de extinción en estado silvestre;
        5) Casi amenazado (NT) = evaluado el taxón según los tres criterios anteriores (CR, EN, VU), no los satisface actualmente, pero está cercano a satisfacerlos, o los puede satisfacer en un futuro próximo;
       6) Preocupación menor (LC) = evaluado el taxón, no cumple ninguno de los criterios anteriores (CR, EN, VU, NT). En esta categoría se incluyen taxones abundantes y de amplia distribución biogeográfica;
       7) Dados insuficientes (DD) = no existen informaciones adecuadas del referido taxón para hacer una evaluación, directa o indirecta, del riesgo de extinción. Puede estar bien estudiado y su biología conocida, pero carece de datos apropiados sobre su abundancia y/o distribución geográfica. No significa estar amenazado, pero se exige mayor información a su respecto;
       8) No evaluado (NE) = el taxón no ha sido clasificado en relación a todos los criterios anteriores;
      9) evaluación regional (RE) = el taxón es considerado extinto o en vías de extinción según aspectos regionales de un área más o menos amplia;
                   Según esos criterios y categorías, podemos evaluar la disminución poblacional rápida: si el declive efectuado en 10 años o 3 generaciones es de 90%, estará en situación CR; si el declive efectuado en 10 años o 3 generaciones es de 70%, estará en situación EN; si el declive efectuado en 10 años o 3 generaciones es de 50% estará en situación VU; y si el declive efectuado es de 20% estará en situación NT, esta última con base en más de un taxón. En análisis cuantitativo la probabilidad de extinción en estado silvestre será 50% en 10 años o 3 generaciones (CR); de 20% en 20 años o 5 generaciones (EN); de 10% en 100 años (VU). En casos endémicos ej.: islas Canarias, los criterios de aplicación atienden exclusivamente a las categorías propias de la UINC española, sin correcciones regionales del riesgo de extinción que afecta a toda la población del archipiélago.  Los factores combinados en la hora de la evaluación (alta diversidad, grado de endemicidad, aislamiento y fragmentación natural ocurrida normalmente en islas y archipiélagos), explicarían el alto porcentaje de taxones canarios en el Libro Rojo. Es necesario resaltar que las evaluaciones se realizan con suficiente intercambio de opiniones dadas por expertos, incluso en algunas evaluaciones más complejas se consultan las opiniones de expertos extranjeros. En este estudio del Libro Rojo (2004), tan importante y decisivo, se contó con 64 especialistas en dos talleres de trabajo: en el taller de Valsaín (2001), de ámbito nacional, se estudiaron las aves marinas, acuáticas, rapaces, esteparias, forestales, montañas y paseriformes, bajo los criterios y categorías de la UINC, presentes en sus respectivas áreas geográficas. Entre los objetivos principales de este primer trabajo estaban: definir la lista final de especies a evaluar, así como buscar un consenso sobre las tendencias y amenazas de los taxones candidatos a ser evaluados; también se buscó identificar las principales amenazas. Las fuentes consultadas para realizar este trabajo exhaustivo fueron: las bibliografías ya publicadas en libros rojos (mundial, nacional y regional), anuarios y atlas ornitológicos, revistas especializadas etc. Y el taller regional de Canarias (2002): contó con 11 especialistas en la avifauna canaria, y los resultados circularon entre los participantes para recabar una mayor información a fin de continuar con evaluaciones pendientes. Se siguió una metodología similar al taller de Valsaín.
         En estos estudios sobre animales y plantas, se busca antes de todo hacer comparaciones posibles entre las evaluaciones del Libro Rojo de 1992 y las del Libro Rojo actual (2004). Técnicamente no es adecuada, según nos dicen los expertos en la materia, si llevamos en cuenta que los criterios de la UINC han evolucionado considerablemente, pero cabe una cierta aproximación cuando se consideran las categorías de amenaza en los tres niveles, de mayor a menor  CR, EN y VU. Se citan algunos casos emblemáticos como el aventoro común, el ánsar campestre, la focha moruna etc. En el caso del ánsar campestre, su desaparición parece haber llegado una década después, y cuanto a la focha moruna y al aventoro las evaluaciones han mejorado ligeramente. La mejora de la focha moruna se debe a varios proyectos de reintroducción en Andalucía y Comunidad Valenciana: de un estado desesperado ha pasado a una situación de esperanza, aunque continúa el riesgo de extinción. Existen varios ejemplos de especies que han mejorado claramente si comparados con la situación de 1992 ej.: la cigüeña negra, el quebrantahuesos, el águila imperial ibérica etc. Es alentador que algunas especies emblemáticas como el águila imperial hayan mejorado su estado de conservación a lo largo de la última década. Otros taxones muestran mejoras porque existe un mayor conocimiento actualmente sobre su situación real y a una tímida y aparente recuperación. Al contrario, se relatan casos en que el taxón empeoró el estado de conservación cuando se le compara con el Libro Rojo de 1992, porque ha sufrido notable declive y, por tanto, presenta un elevadísimo riesgo de extinción inminente ej.: la alondra de Dupont y la terrera marismeña de Tenerife (islas Canarias).
        Es necesario resaltar en cualquier estudio a ser concretizado que existen muchas amenazas naturales y artificiales, poniendo en riesgo grave a la avifauna española. Los expertos resumen las 20 causas más insidiosas en territorio español tras un examen más detallado.  No pueden olvidarse las siguientes categorías:
    1ª - la destrucción o pérdida del hábitat es la amenaza más común y perjudicial a un mayor número de taxones. Su importancia y cuidados son tales que los taxones son clasificados como CR cuando ocurre esta amenaza; casi 70% de los casos estudiados están amenazados de extinción por causa de este riesgo inminente. Y en áreas importantes para las aves, la destrucción o pérdida del hábitat aparece como la mayor amenaza;
   2ª - las molestias o enfermedades humanas en la avifauna española son provocadas por el hombre/mujer de muchas maneras: realizando deporte, pescando, observando la fauna, paseando, circulando fuera de las pistas, recogiendo leña, andando a pie, de bicicleta, a caballo etc. En casi 40% de los taxones esta amenaza es alta;
   3ª - el abandono agrícola e intensificación agrícola y ganadera, o sea, la intensificación de cultivos a través del regadío. Esta amenaza provoca grandes pérdidas de hábitats esteparios y de secano cerealista. Supone asimismo la destrucción de lindes y roturación de eriales, ocasionando una disminución de los lugares de alimentación y cría para un gran número de especies, además del uso indiscriminado de productos fitosanitarios que disminuyen las presas potenciales para las aves. Más del 54% de los taxones son afectados por esta amenaza terrible, aunque casi 40% de ellas no poseen datos suficientes de evaluación;
   4ª - las causas naturales o artificiales como la depredación natural o diferentes interacciones con otras especies: en condiciones normales no presentarían una amenaza, pero taxones con poblaciones pequeñas pueden ser afectados por una amenaza que los lleve a la extinción. La caza insostenible o ilegal es otra amenaza gravísima para especies consideradas en estado crítico o para especies carismáticas como el quebrantahuesos y el águila (azor) perdicera. La competencia y depredación por especies introducidas en determinados ecosistemas también son terriblemente perjudiciales. En esta amenaza se incluyen especies (introducidas) de aves, mamíferos, peces y crustáceos que depredan o compiten con las especies locales ej.: animales domésticos asilvestrados o no. En realidad, es una de las amenazas más frecuentes en aves marinas/fluviales y en la avifauna de nuestros archipiélagos ej.: en esta situación se citan 4 especies en la categoría CR, y 19 en la de EN (islas Canarias).
   5ª - otra amenaza terrible son las electrocuciones o colisiones en tendidos eléctricos e infraestructuras (carreteras, parques eólicos, canalizaciones, minería, instalaciones deportivas de montaña etc), precisamente por el número enorme de especies afectadas. Fueron 24 taxones afectados por los tendidos eléctricos en 1994, siendo 10 de ellos (rapaces y otídidas = avutardas, sisones y otras 25 especies) los más afectados [con situación alta de peligro]. Las amenazas producidas por las infraestructuras en general afectan a un número enorme de taxones, colectiva o individualmente, siendo algunos de ellos muy importantes para determinada especie ej.: el veneno para el alimoche canario y el milano real.
        El caso específico del zambullín cuellinegro es colocado como un ejemplar característico de la costa occidental de Europa. Su expansión se debe al cambio climático del mar Caspio, cuando se desecaron amplias zonas palustres esteparias de aquella área geográfica, aunque sólo en parte explica un tal fenómeno. De cualquier forma, las poblaciones de Europa occidental son mucho menores que las poblaciones de Ucrania y Rusia donde se concentra el 70% del taxón zambullín cuellinegro. En España, la población está restringida y dispersa, en Andalucía (especialmente en las marismas del Guadalquivir), La Mancha y Levante. Existen otras localidades reproductoras de menor importancia en Aragón, Navarra, Castilla y León…  En realidad, se trata de una especie fluctuante e irregular con marcada asociación a la disponibilidad de recursos hídricos. En años lluviosos no sólo se incrementa el número de parejas en los núcleos reproductores, sino también el número de crías en humedales esteparios como la Laguna de la Nava/Palencia.  Estas oscilaciones y la amplitud de puntos de cría potenciales dificultan la obtención de dados periódicos. Hubo un descenso en los años de 1991/95, años bastante secos sobre todo en las marismas, cuyos efectivos oscilaron entre 300 y 700. En España, las marismas de Andalucía son las zonas más importantes de nidificación del zambullín cuellinegro, pero la especie sufre grandes fluctuaciones, asociadas a las condiciones hídricas de la marisma. Según José Antonio Valverde (1926-2003), biólogo, naturalista y ecólogo activista vallisoletano, el zambullín es una especie nidificante regular en las marismas de bastante agua, y no se reproduce en años malos de poca lluvia.  En años de lluvia forma colonias que pueden llegar a un millar de parejas, ubicadas en Las Nuevas, marismas del Guadalquivir/Huelva. Actualmente se reproduce por toda la marisma del Parque Nacional Doñana, con una población de hasta 9.000 ejemplares en total (2002), sobre todo en las zonas transformadas en salinas extensivas. En las cercanías del río Odiel, se sobresale la primera área de invernada de esta especie en España.
                   Otro caso emblemático es el milano real (Milvus milvus), una especie preciosa, pero ‘insuficientemente conocida’, y que está al borde de la extinción en varias zonas españolas, principalmente en las islas Baleares, con efectivos mínimos, y en disminución en otras CC. AA. El milano real es una de las rapaces continentales con distribución restringida y centrada en Europa. En Portugal existe una pequeñísima población, fragmentada y vinculada a las poblaciones extremeñas y castellanoleonesas. Ya en España, su distribución histórica es poco conocida. Ornitólogos españoles señalan tres áreas de concentración: noroeste de España, en especial áreas de media montaña y piedemonte; penillanuras y sierras bajas del centro-oeste español, y áreas de media montaña o piedemonte del sistema Central (Ávila, Segovia y Soria). Su distribución peninsular estaría condicionada por tres factores básicos: clima (evita áreas atlánticas y mediterráneas), orografía (evita grandes llanuras, áreas más escarpadas y alta montaña) y la persecución humana, especialmente el uso de venenos. Sus áreas de nidificación están asociadas a las actividades agropecuarias (muladares, basureros, granjas, pastizales y ganadería extensiva). En Castilla y León, después del censo de 1994, se detectó la presencia de alrededor de mitad de la población española, estimada en 1.700/2.000 parejas. Ya en los años 1990 se detectaban importantes regresiones en varias zonas de Segovia, Ávila, Valladolid y otras provincias castellanoleonesas, un proceso que ha continuado en los últimos diez años. Hoy posiblemente la población esté reducida a un 50% de lo que fue en 1994. El milano real se encuentra presente sólo en forma de parejas aisladas o en muy baja densidad en la mayor parte del Duero central, especialmente en las zonas más áridas y desarboladas de la Tierra de Campos (Valladolid y Palencia). Se encuentra presente, pero de forma irregular, en las áreas de media montaña o piedemonte de la cordillera Cantábrica y el sistema Ibérico, en lo que corresponde a las provincias de León, Palencia y Burgos. En estas zonas la distribución debería ser extensa y más abundante a juzgar por las predicciones de algunos ornitólogos. De cualquier forma, uno de los núcleos de población del milano real está en Salamanca y Zamora. No se sabe si está compuesto de parejas reproductoras o de apenas ejemplares juveniles y no reproductores. Especie migradora parcial, los milanos reales del centro y norte de Europa pasan el invierno en latitudes más meridionales, especialmente en la península Ibérica. Por eso, sobre nuestro país recae un alto porcentaje de responsabilidad de conservación de esta espectacular especie rapaces. Su hábitat típico es el paisaje mixto de áreas abiertas y amplias donde busca alimentos y árboles adecuados para nidificar. La población de esta especie está asociada a áreas de pastizal o cultivos cerealistas extensivos. Al contrario, evita bosques extensos, cultivos arbóreos y áreas de regadío. Para nidificar utilizan amplias áreas forestales hasta árboles de buen tamaño y aislados.

               El milano real (Milvus milvus) es un ave rapaz que usa de estrategia para obtener su alimento, como buscadora y oportunista que es, basada en la localización de carroñas o en la captura de presas fáciles (animales de pequeño tamaño y ejemplares enfermos y juveniles). Es una de las aves de menor carga alar, lo que le permite realizar vuelos a poca altura con bajo gasto energético, además de permitir que su vuelo sea independiente de las corrientes térmicas; utiliza la más mínima brisa para mantenerse en el aire sin esfuerzo. Su alimentación es variada: desde pequeños insectos hasta mamíferos del tamaño de conejos jóvenes o aves volantonas de córvidos. Sin embargo, tiene tendencia a la especialización individual. Por ejemplo: en las poblaciones mediterráneas el conejo es la presa básica, cuya abundancia puede determinar el éxito reproductivo y la densidad poblacional del milano real. Es además un ave asociada a las actividades humanas, frecuentando basureros, granjas, pueblos, muladares, carreteras y cualquier posible fuente de alimento de origen humano. De modo especial, está más asociado a las actividades ganaderas; de ahí ser abundante en dehesas con ganado vacuno de régimen extensivo, sobre todo ganado bravo, áreas montanas con prados de siega (como era mi pueblo, Prádanos de Ojeda, en mis tiempos de infancia), zonas con abundante carroña de tamaño pequeño; existe una asociación del milano real con las áreas de ganado ovino en régimen extensivo. Es asimismo un ave social, reuniéndose en grandes dormideros de invierno: llegan a reunirse en bandos, o en concentraciones alrededor de fuentes de alimento abundantes y concentradas en un determinado espacio, como muladares en las afueras de los pueblos castellanoleoneses (más de 300 ejemplares ya fueron registrados en un mismo muladar). Este carácter social puede suponer una desventaja terrible en casos de envenenamiento, pues puede afectar a un elevado número de individuos. El declive en las poblaciones del milano real se debe a varias causas, entre las cuales se destaca el uso de venenos en el campo. En los últimos 15 años, la disminución del conejo de monte y de la perdiz roja, así como a los cambios de gestión cinegética (tiro de aves de caza, asociado a un intenso control de depredadores), ha afectado especialmente al milano real muy sensible a dicha persecución. El modo de obtener alimento, basado en la búsqueda minuciosa de carroñas o presas fáciles, le hace especialmente sensible a la colocación de cebos envenenados. En las estadísticas del programa Antídoto (2000), el milano real figura entre las especies más afectadas. Este número sólo es superado por el buitre leonado, siendo que la población del milano real es muy inferior. Otras causas serían las intoxicaciones indirectas (plagas de topillos, especialmente en Castilla y León), la destrucción o pérdida de hábitats de nidificación en bosques de ribera, dehesas etc, la electrocución, los cambios de explotación agraria (asociados a basureros, muladares y ganadería), la sustitución de pastizales por áreas de matorral, cultivos de regadío o arbóreos, etc. Se suele citar también la diferencia en relación a otras aves rapaces, pues se dedica poco esfuerzo humano y financiero a la conservación del milano real: se trata de ‘una especie claramente desatendida’.
    Es posible que mucha gente sepa de algo que caracteriza a nuestra península Ibérica: la fauna, como dijimos, presenta una amplia diversidad que se debe a varios factores geográficos, climáticos y etnobotánicos. En consecuencia, aparece con el mayor número de invertebrados del continente europeo. Así se contabilizan, por ejemplo, 38.000 especies de insectos (y varios miles de arácnidos, ácaros, miriápodos y crustáceos) y 45.000 artrópodos (sin contar otros invertebrados). En el Libro Rojo de los Invertebrados de España se incluyen 272 especies amenazadas (UINC), sobre todo en medios acuáticos y riparios (30%), matorral mediterráneo (19%), bosque de encinares y hayedos (10%), además de otros ambientes semidesérticos, esteparios, sistemas de dunas y medios cavernícolas, entre otros muchos. Entre los peces continentales hay una proporción muy elevada de endemismos (islas Canarias, Baleares y demás islotes), bastante diferentes de la fauna ictiológica europea. Este número elevado de endemismos se debe al aislamiento geográfico de la península Ibérica, tornándola una isla biogeográfica de origen muy antiguo y manteniéndola aislada de las faunas africanas y europeas. Los peces de agua dulce, con bajo poder de dispersión, han evolucionado por separado del resto continental, dando lugar a un número elevadísimo de taxones y poblaciones muy diferenciadas del resto de Europa. El Atlas de Peces Continentales de España (2001) describe 70 especies en la península Ibérica entre autóctonas y alóctonas. En realidad, son poblaciones con áreas de distribución reducida y, por eso mismo, muy vulnerables a las alteraciones de sus hábitats; muchas de ellas están en peligro de extinción o seriamente amenazadas.  La causa principal de esta amenaza está en la introducción de especies exóticas (peces de otras regiones como especies de pesca o también de forma accidental). Estas especies se comportan como invasoras depredando a las autóctonas o desplazándolas para compartir alimentos o requerimientos ecológicos: de las 70 especies enumeradas, 24 han sido introducidas por el hombre. Hay también especies migradoras ej.: los esturiones y lampreas; debido a su capacidad de dispersión encuentran su principal amenaza en la construcción de presas y otras barreras físicas que les impide llegar a los altos cursos de ríos ibéricos desde el mar o viceversa.
        En la península Ibérica existen 28 especies de anfibios y 47 de reptiles; de ellas, 14 son exóticas introducidas por el hombre. En España, los anfibios están representados con 10 especies de urodelos y 22 especies de anuros. Todos los anfibios durante su vida están íntimamente ligados a los diferentes medios acuáticos (humedales, ríos de montaña, charcas estacionales, lagunas, albuferas, marismas etc.). Se destacan especialmente, los endemismos ibéricos y especies muy raras en el continente europeo ej.: el gallipato (foto), el mayor urodelo de Europa. Los reptiles, en España, están representados por los galápagos de agua dulce, las tortugas de tierra, lagartos y lagartijas, culebras, víboras y salamanquesas, etc; en la península Ibérica existen 17 especies endémicas. La tortuga acuática, por ejemplo, presenta una amplia distribución mundial debido a su carácter invasor y a la popularización de su venta como mascota. Existe un peligro enorme en relación a las especies de la herpeto-fauna ibérica, pues están seriamente amenazadas: 30% de los anfibios y 23% de los reptiles, debido a las alteraciones de los hábitats naturales, a las mudanzas climáticas y a la introducción de especies exóticas invasoras. El número de aves es realmente extraordinario en relación a las otras faunas europeas. Especies del norte europeo o de África subsahariana invernan o nidifican en zonas de la península Ibérica. Es fácil constatar el avistamiento de muchas aves que cruzan el estrecho de Gibraltar como paso de sus migraciones entre África y Europa. Entre los grandes rapaces se destacan las aves carroñeras ej.: el quebrantahuesos, el alimoche y buitre leonado, el águila imperial etc. En las montañas y bosques españoles aún se avistan grandes poblaciones de azores, águilas reales, halcones peregrinos etc. Ya en las llanuras cerealistas son frecuentes los aguiluchos, los milanos reales o negros, los ratoneros etc. Y en los pueblos y ciudades vemos lechuzas, cernícalos, búhos reales, águilas pescadoras, mochuelos etc. Los paseriformes y los ciconiformes son incontables ej.: los gorriones, los córvidos (urracas, cuervos y cornejas), los ardeidos (garzas, cigüeñas => negras y blancas), etc. Las costas y ríos de España albergan una gran variedad de anátidas, limícolas, láridos etc, sin contar una avifauna accidental o rara que cuenta con 352 especies, de las cuales 9 están amenazadas de extinción; y 7 especies fueron introducidas por el hombre.
        Entre los grandes carnívoros se destacan algunas especies desaparecidas en buena parte de Europa Occidental, como el oso pardo que sobrevive en la cordillera Cantábrica y en ciertos enclaves pirenaicos; el lobo ibérico, subespecie endémica en España; el emblemático y más curioso carnívoro de la península Ibérica, nuestro glorioso lince ibérico; el félido más amenazado de todo el continente europeo. Numerosas son aún las poblaciones del gato montés, del zorro rojo, del tejón, de la comadreja etc. Aunque menos numerosas, también se destacan la nutria, la marta, la garduña, la gineta etc. Los herbívoros están representados por especies bastante extendidas, como los cérvidos (el ciervo común, el gamo y el corzo); en España tenemos poblaciones endémicas de la cabra montés, del rebeco (Cantabria y Pirineos); también está bastante extendido el jabalí, así como algunos insectívoros (musarañas, desmanes, topos), roedores (ardilla, lirón, topillos), logomorfos (liebres), quirópteros (murciélagos), entre otros muchos. Sin embargo, y a pesar de esta enorme variedad de vertebrados en España, muchos de ellos se encuentran en peligro de extinción. A cada tres especies de vertebrados, más de una se encuentra En Peligro (EN), lo que quiere decir que 37% de las especies de animales vertebrados ibéricos está en peligro de extinción, y 7% al borde del desaparecimiento. Ciertamente se sabe que la extinción es una manera de evolución: en ciertos casos ocurre de forma natural y necesaria, pero acontece que en estas últimas décadas sobresalen algunas causas inmediatas, creadas y consentidas por el hombre/mujer, como la destrucción de varias especies debido a la tala de árboles y bosques, sequías de ríos y arroyos -en Prádanos de Ojeda, con la extinción prácticamente efectiva del Arroyón (o Arroyo Grande) muchas especies desaparecieron del pueblo. Una anomalía indisculpable de las autoridades; las fuentes del campo se quedaron secas en el verano. Los pobres animales no tienen como sobrevivir sin agua). Además, la excesiva explotación de zonas industriales o preindustriales, la contaminación y la caza (furtiva o no), el tráfico de especies exóticas y la introducción de especies alóctonas etc, todas son causas y concausas provocadas por el hombre, y no por la Madre Naturaleza. Las sequías, las inundaciones, los incendios etc, aunque aparentemente ‘naturales’ (la mayoría de las veces tienen el dedo del hombre) en muchas ocasiones son devastadores para las especies de nuestro suelo ibérico. Se dice que de cada diez especies cuatro desaparecen por motivos humanos. Diferentes autores siempre citan como los más en riesgo de extinción los siguientes animales, pero su número es infinitamente mayor. Encabezando la lista están: el lince ibérico (reducción de alimento y del hábitat, la caza irresponsable y las enfermedades); el oso pardo, (caza y reducción de sus hábitat original, y daños al sector ganadero); el quebrantahuesos (tendidos eléctricos, caza y envenenamiento); el urogallo cantábrico (cambios climáticos, fragmentación y pérdida del hábitat, tala de bosques, presión del turismo inocuo); el lobo ibérico (caza, reducción del hábitat, envenenamiento de propósito por parte de los ganaderos); la foca monje (caza, reducción  y presión del turismo); la malvasía cabecilla blanca (introducción de especies alóctonas); el lagarto gigante de Canarias (reducción del hábitat y venta ilegal); el águila imperial (tendidos eléctricos, caza y envenenamiento, y reducción de sus hábitat), etc. La lista es interminable, para desdicha de los amantes de la naturaleza y, por eso, repetimos con muchos ornitólogos cuyas palabras se pueden aplicar a todas las especies naturales de España: ‘la fauna y la flora silvestres forman parte esencial del rico patrimonio natural de la península Ibérica, razón por la cual su conservación (y protección) es una prioridad del Ministerio del Medio Ambiente’. Y deberá ser también de cada uno de los españoles que aman verdaderamente a su tierra… Os dejo hasta el próximo 'post' cuyo asunto o tema será sobre 'Animales En Peligro' (EN). Hasta la vista, amigos del campo y de sus grandes protagonistas, los animales.

Nenhum comentário:

Postar um comentário