segunda-feira, 7 de outubro de 2013

Prádanos de Ojeda - nuestros animales silvestres (5)


              
       Toda la provincia de Palencia, y no apenas la Montaña Palentina y sus estribaciones -aquí coloco a nuestro pueblo, Prádanos de Ojeda, pues tan sólo 10km nos separan de Las Loras/Valdívia-, se destacan por el número de lugares de interés paisajístico, botánico, faunístico y de turismo rural (arte románico). Aunque sea una provincia con 469 núcleos poblados, su densidad demográfica es muy baja (21 hab/km²; la media de España es 81 hab/km²). Para darse una idea (datos del Padrón 2011), la provincia tenía 172.668 habitantes, distribuidos en 191 municipios (con ayuntamiento) y 278  pedanías (pueblos dependientes). Excluida la capital, da un por medio de 193 habitantes por núcleo (en aquel año, Prádanos contaba con 218 hab.): 60 municipios (menos 101 hab.), 95 municipios (entre 101 y 500 hab.), 11 municipios (entre 501 y 1000 hab.), 12 municipios (entre 1001 y 2000 hab.) y 11 municipios (más de 2000 hab.). En suma: 81,15% de los municipios palentinos tienen menos de 500 habitantes, y tan sólo 17,80% tienen más de 500 habitantes, lo que hace de ella una de las provincias más despobladas de España. Y más aún: esta escasa densidad demográfica lleva consigo una baja presión sobre el medio rural y, por tanto, nos reporta a una gran cantidad de parajes naturales ricos y extensos donde la presencia humana se queda o figura en segundo plano. La provincia de Palencia se destaca por su enorme y variado patrimonio artístico, botánico, faunístico y de turismo. Para no ser prolijo en esta cuestión, te diré caro lector que Palencia concentra el mayor número de monumentos románicos por superficie de Europa. Si un día decides visitar esta lindísima provincia española no dejes de pasar por Frómista (arquetipo del románico español), el Camino de Santiago (Patrimonio de la Humanidad), las villas romanas de La Olmeda y La Tejada (reliquias romanas). No dejes de ver el Canal de Castilla (obra espectacular de la ingeniería española), la Tierra de Campos (granero de España) y sus iglesias y museos, la Montaña Palentina ya citada (parques y pantanos o embalses), sus innúmeras vías verdes, avistamiento de aves (La Nava). Visita pausadamente la capital, pues te irá sorprender por su catedral (interior), iglesias y monasterios góticos y renacentistas, museos, el Cristo del Otero, sus jardines y extensas zonas verdes (ocupa el primero lugar por habitante en España), etc. En fin, la provincia de Palencia se destaca, como canta el himno oficial, por sus ‘vegas y valles’, por sus inmensas ‘llanuras y montañas’ que se apoyan en su parte norte sobre las altas cumbres de la cordillera Cantábrica. Los mejores y más importantes ríos que irrigan la provincia –el más aprovechado es el río Pisuerga, en cuya cuenca se despereza Prádanos de Ojeda- recogen los deshielos de las nieves ‘perpetuas’ de aquellas montañas y las ofrece mansamente al río Duero después de recorrer 283 km.
            Pero no era bien todo eso que yo quería describir sobre Palencia, y sí presentar nuestra rica fauna y numerosa flora que son diversificadísimas. Deseo comenzar por un santuario de aves donde encontraremos una zona de especial protección denominada La Nava-Campos Norte con 54.935 ha. Tratase de un espacio protegido que se extiende por las provincias de Palencia (64% del total) y de Valladolid (35%): toda ella está situada en la comarca castellanoleonesa de Tierra de Campos. El paisaje es típico de la comarca tierracampina = una extensa llanura cerealista atravesada por los ríos Sequillo y Valdeginate/Retortillo, así como por el Ramal de Campos del Canal de Castilla. El sitio RAMSAR = una Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas (1975), incluye en su lista de grandes espacios protegidos el humedal Laguna de la Nava (está en proceso de regeneración tras años de permanecer desecada). Esta laguna o mar de Campos, como se refieren a ella algunos estudiosos, fue originalmente una grande laguna esteparia con una superficie de 2.500 ha (25km²) –en años lluviosos llegó a alcanzar 50km²-, tornándose de este modo en uno de los mayores humedales de España. En 1968, desapareció como humedal para abrir nuevas tierras al cultivo de cereales y hortalizas. Sin embargo, un exitoso proyecto de recuperación del humedal por parte de la Fundación Global Nature consiguió restituir 400 ha, y no descarta su recuperación íntegra y total: ‘no descartamos recuperar la antigua Laguna de Campos’, aseguró Fernando Jubete, responsable por la Fundación Global en Palencia (2008).
            
En su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España, Pascual Madoz (1806-1870), famoso político español y gobernador de Madrid, dedicó algunos comentarios a las Fuentes de Nava/Palencia (1852): ‘… ocupa 2.800 obradas de terreno (60km²?), las cuales forman una laguna de gran consideración. En los inviernos muy lluviosos la laguna tiene sobre 6 pies de agua de profundidad (3,20m?), así como en los que son poco cargados de lluvias se ve generalmente enjuto el suelo, y cubierto de yerba. La Nava produce ricos y abundantes pastos donde se mantienen todos los años más de 20.000 cabezas de ganado lanar, vacuno, mular y caballar […]. Sirve de asilo y, particularmente en invierno, a infinidad de especies de aves acuáticas y de formas variadas, entre las que se ven gansos de tres clases, patos de otras tantas, cercetas, búhos cuyo graznido se parece al mugido de los toros, vencejos de agua, zarapicos y otras aves sumamente vistosas y desconocidas en los demás países’. Los intentos de desecación completa del humedal con finalidades agrícolas son antiguos; se hacen eco desde los Reyes Católicos. En 1968 ocurrió lo que nadie quería: la desecación total de la laguna. Hoy, ya se recuperaron 15% de la superficie original (15km²). La actual Laguna de la Nava es una ‘laguna esteparia’ de régimen hidrológico anual, controlado de forma artificial a través de cubetas lagunares y aguas transferidas del Canal de Castilla. Su profundidad es de apenas 40cm de media con agua desde el otoño; durante el verano se seca totalmente.                  
                La Laguna de la Nava acoge todos los años numerosos contingentes de aves acuáticas: un inventario habla en 222 especies de aves (41% de todas las especies existentes en España, incluso en sus dos archipiélagos). Es la zona específica del ánsar común (Anser anser) con concentraciones anuales entre 10/12.000 individuos. Acoge anátidas (gansos, patos, cisnes, ocas, yaguasas, etc) y limícolas (jacanas, aguachonas, dromas, ostreros, avocetas, etc) de hasta 20.000 aves inmigratorias, sobre todo en la invernada y en los pasos migratorios de primavera/otoño. Entre todas esas especies citadas, sobresalen el ánsar chico, el cernícalo, la avutarda, la malvasía cabecillablanca, el avetoro, la garcilla cangrejera, la espátula, el ánade friso… El carricerín cejudo fue considerado en peligro de extinción, pero hubo un proyecto para salvarlo (2006). En la flora, existen varias plantas raras y amenazadas. El mayor problema de Las Fuentes de Nava es la cantidad de materia orgánica que ralentiza e impide la instalación de una vegetación subacuática, provocando la eutrofia de las aguas. Para eso es necesario un control periódico de siega, quema y pastoreo de la mayor parte del humedal, lo que exige una dedicación constante de la Consejería del Medio Ambiente. La Junta de Castilla y León aporta casi 50 mil euros/anuales para este servicio > controlar y eliminar la acumulación de vegetales. En entrevista, hoy mismo, día en que escribo estas líneas (6.10.2013) – Día Mundial de los Humedales-, Fernando Jubete reafirma la intención de la Fundación Global Nature: es nuestro deseo ‘recuperar la antigua laguna de Campos, con una extensión de 2000 ha. Las cifras de aves invernantes y nidificantes señalan a la Laguna de Boada como la más importante de la provincia de Palencia […]. Los humedales son uno de los ecosistemas más amenazados. Es un hábitat muy interesante que acoge multitud de especies animales y vegetales muy amenazadas, y sólo esto ya justificaría la existencia del humedal’, además de su valor paisajístico y socioeconómico.         

               Para quién nunca oyó hablar de Fuentes de Nava/Palencia no cuesta nada hacer un pequeño resumen de su historia: Fuentes de Nava o mar de Campos como también es conocido este lugar inconfundible de Palencia –junto a Fuentes de Navas existieron otros dos humedales igualmente desecados por la incuria de quien debería cuidar de joyas tan marcadas en la geografía española: la laguna de la Janda/Cádiz y la laguna de Antela/Orense. La Janda  es una comarca incluida en el Parque Natural de los Alcornocales: hasta hoy sigue siendo un importante complejo natural en el que se introdujo recientemente una colonia reproductora del ibis eremita. La costa jandeña comprende zonas de acantilados y largas playas de arena fina. También la cuenca del río Barbate –nombre importante en la historia contemporánea de España por haber sido escenario de la batalla de Trafalgar (1805)- forma parte de la mancomunidad de municipios de La Janda (fundada en 1995), situados dentro de la campiña de Jerez de la Frontera/Cádiz. La laguna de Antela fue uno de los humedales de mayor extensión de la península Ibérica con 42km², dependiendo de la época del año, cuando variaban tanto el tamaño como su profundidad. Fueron innumerables los intentos de secamiento para aprovechar sus tierras en actividades agropecuarias (1958). Su riqueza biológica contaba con miles de aves acuáticas inmigratorias, pero a partir de 1972 varias empresas se dedicaron a extraer arena muy apreciada en la construcción civil. Actualmente, se intenta recuperar aquella riqueza biológica devolviendo las charcas abandonadas por las areneras a su primitiva finalidad. Cuanto a las Fuentes de Nava, desde tiempos antiguos, se constituyó en uno de los tres humedales más importantes de España: normalmente ocupaba una extensión de 8,3km de largo por 5,5km de ancho > unos 45km², llegando en tiempos de fuertes lluvias a 50/60km². Por estar próxima a la capital, y repartir sus terrenos entre cinco pueblos más conocidos como ‘Las Cinco Villas’, siempre fue objeto de observaciones de aves y uno de los lugares más procurados por el turismo ornitológico, así como por empresas especializadas en este tipo de actividad. Existe incluso un portal  de ornitología dedicado a la observación y conservación de aves en la provincia de Palencia.       
Las antiguas Fuentes de Nava estuvieron localizadas en el fondo de una somera depresión y cuenca endorreica de 864km², drenada por los ríos Sequillo y Retortillo/Valdeginate y enclavada en un entorno sumamente llano a una altura de 740m de altitud. Tratase de una cuenca de gran extensión pero de aportaciones económicas escasas debido a las causas decurrentes de sus lagunas con carácter estacional. La existencia de la laguna dependía de una pequeña terraza fluvial proveniente del río Carrión, más conocida por los habitantes del lugar como El Tapadero, que la separaba del Valdeginate, salvo en años de grandes precipitaciones cuando las aguas de La Nava rebosaban por encima de esta terraza a camino del río Carrión. Su desecamiento se realizó rompiendo la terraza fluvial y uniéndola definitivamente al Carrión a través de un pequeño cauce llamado Emisario de La Nava. En seguida se prolongó el canal del emisario principal a lo largo de la laguna recogiendo todas las aguas que vertían sus cursos al complejo lagunar, y se abrió una red de acequias que ayudaron a desaguar los terrenos inundables, sobre todo en tiempos de lluvias torrenciales (primavera/otoño). El complejo lagunar de Fuentes de Nava como se le conoce actualmente es una zona extremamente húmeda > un conjunto de humedales esteparios situados en los términos municipales de Fuentes de Nava y Mazariegos, configurados a su vez por las praderas de Los Cabritones, La Güera y El Hoyo. Todo el conjunto está inmerso en la gran comarca palentina de Tierra de Campos. El proyecto de restauración parcial de la antigua Laguna de la Nava o mar de Campos comenzó en 1989 con el Grupo Hábitat y, más tarde, con su proseguimiento por parte de la Fundación Global Nature junto con la Consejería del Medio Ambiente de Palencia. Hoy, si contamos con los terrenos recuperados de El Hoyo y La Güera, la Laguna de Nava ya se aproxima de una 1/10 parte de lo que fue su territorio original, o sea, la recuperación está en 4,5km². Y lo que es más importante: es una de las zonas húmedas más importantes del interior peninsular ibérico por su riqueza ornitológica > ‘hogar’ de miles de aves acuáticas entre las cuales se destacan el ánsar común, la garza imperial, el aguilucho lagunero, etc. tanto en la época de reproducción como en tiempos de la invernada obligatoria. Tratase, como ya dijimos, de un lugar de paso de miles de aves inmigratorias, con destaque especial para el carricerín cejudo (foto encima).                 
          Las Fuentes de Nava están íntimamente ligadas a los cursos de agua de  los ríos Sequillo y Retortillo/Valdeginate (65km) > éste, en otros tiempos, un simple emisario de la laguna de La Nava. Nace en el término municipal de Población de Arroyo, pasa por 14 municipios y desemboca en el río Carrión, en Grijota,  después de un recorrido de 65km tras servir de canal de desagüe a la propia laguna de La Nava. El nombre de Valdeginate derivaría de su repoblador, un tal de Ginginnatus, mientras el nombre Retortillo vendría de ripus tortiellus > ‘río torcido’ o meándrico. El río en cuestión es más bien una zanja, con orillas donde con el tiempo se fue juntando la tierra de sucesivos dragados. Como se ve (foto), su curso no puede ser menospreciado, principalmente en la época de lluvias abundantes. En su trayecto, y después de ultrapasar varios puentes acompaña los páramos de los montes Torozos, una de las pocas ondulaciones al sur de la Tierra de Campos. Sobre estos montes tan famosos y temidos, Antonio Ponz (1725-1792), historiador ilustrado y viajero español, nos advierte que se trata de una ‘cordillera de lomas’ no muy elevadas y de valles poco profundos, pero que dividen a Castilla la Vieja en ‘dos partes’. Es una comarca ni tan poblada ni tan continuada de árboles como se suponía haber sido antiguamente, aunque hay trechos que cuentan leguas de espesura. Los bosques son poblados de carrascales, encinas, robles y, en las praderas, fresnos con otros árboles y arbustos. Las dos partes de Castilla serían ‘las divisorias de las corrientes de agua que cruzan el país por dilatadas mesetas, a veces unas más completamente horizontales, y en otras ocasiones ligeramente quebradas por tesos y morones de poco altura’. En realidad, son los páramos que se elevan por 120m sobre el fondo de los valles más o menos anchurosos que las surcan de norte a sur. Entre todos estos páramos de renombre histórico se deben citar los montes de Torozos que separan las cuencas del río Pisuerga y del río Sequillo (123km). En compensación atraviesa campos castellanos con vegetación de ribera donde se cobija una gran cantidad de aves riparias. El río sigue entre campos de cultivo donde se pueden observar también aves insectívoras como ruiseñores,  currucas, oropéndolas, martinetes y nuestro martín pescador. Enseguida, al surcar la llanura cerealista situada más al sur se divisan aves esteparias asociadas a los extensos campos de cultivo: avutardas, sisones, milanos, aguiluchos y cernícalos. El río Sequillo, a pesar de su nombre, es el único río que no seca en verano, gracias a los aportes del Canal de Campos. Su cauce es escaso y poco profundo, pero es temible en los desbordamientos por los estragos que causa  en sus terribles crecidas.     
               En las proximidades de Grijota y, poco después, en Cascón de la Nava, la gran laguna se extendía en otros tiempos por varios quilómetros cuadrados. Y según se dice ‘salvó muchas vidas durante la Guerra Civil por ser un lugar seguro aunque un poco incómodo para esconderse entre las espadañas, carrizos y sus aguas pantanosas'. Sin embargo, hasta hoy continúa siendo un paraje insalubre, principalmente en el verano debido a la cantidad de mosquitos transmisores de enfermedades infecciosas. Los Reyes Católicos pensaron en desecarla, pero los planes no fueron adelante. Sólo en la década de 1940/50 se llevó a cabo por cuestiones agrarias y de labranza, visto que  las autoridades de ‘Las Cinco Villas’ no se interesaban en beneficiar la región, a pesar de la tierra ser buena y las aguas abundantes. La Fundación Global Nature se encargó de restaurar una pequeña parte de la laguna, cerca de Fuentes de Nava, pero ha dicho que piensa en restaurar toda la laguna ‘así como fue originalmente’ > entre 45/60km², aunque parece un poco difícil. De cualquier forma, la Laguna de Boada > un humedal a 10km al noreste de La Nava y muy semejante en su carácter estepario, fue casi totalmente recuperada hasta alcanzar progresivamente las 60 ha de extensión, si bien su alcance original era de 100 ha. Está incluida en la Zona de Especial Protección para las Aves (1998). Esta laguna fue desecada en la década de 1970 durante el proceso de concentración parcelaria visando aumentar la superficie agrícola de la Tierra de Campos. Antes de la desecación, la Laguna de Boeda junto a la Laguna de Nava y las Lagunas de Villafáfila/Zamora, eran importantes pontos de invernada para varias especies de aves acuáticas. Durante el invierno, conseguía reunir de 20/30.000 individuos, donde predominaban el ánsar común, el ánade real, la cerceta común y el pato cuchara. Ya en el verano, el dominio era de las avefrías (Vanellus vanellus), las cigüeñuelas, los archibebes y la focha común. Además de estas especies que se cuentan por miles de ejemplares, la presencia de algunas especies es de especial interés por su rareza en España como el ánsar piquicorto y el ánsar nival. Existe un proyecto específico para salvar el carricerín cejudo, especie ‘globalmente amenazada'.   
        Semejante a la Laguna de Boada –una hondonada endorreica llamada cubeta o vaso lagunar, de características halófilas- encontramos otra laguna palentina también un humedal estacional localizado en Pedraza de Campos. La Laguna de Pedraza está formada por dos vasos lagunares diferentes en su tamaño: la Nava de Pedraza (más extensa) y las Nevillas. Tratase asimismo de un humedal recuperado tras su desecación en 1970, y es considerado Zona de Especial Protección para las Aves, La Nava-Campos Sur. Este humedal tiene una importancia medioambiental indiscutible por ser el hábitat natural de ciertas especies de aves acuáticas y limícolas. Como Boada, la laguna de Pedraza se localiza en una pequeña hondonada circunscrita por terrenos llanos característicos de la Tierra de Campos. Después de su recuperación, la laguna abarca 72 ha aunque la superficie total tenga llegado posiblemente a unas 200 ha. Los aportes hidrológicos vienen a través de dos arroyos: el de Madre (dragado en la desecación del humedal) y el del Salón. Igual a las otras lagunas, La Pedraza permanece con agua durante las lluvias estacionales, en cuanto en los meses de estiaje seca totalmente. Su profundidad media es de 0,50cm, y presenta una característica sui géneris: es salina, lo que condiciona el predominio de plantas halófilas. La avifauna también se especializó en aves acuáticas y limícolas que varían segundo el mes y los propósitos de su presencia inmigratoria y reproductora en el humedal. En el invierno, por ejemplo, recibe miles de ánades reales y ánsares comunes. Con la recuperación no sólo se aumentó el aporte hídrico al humedal, como se mejoró el acceso y las observaciones ornitológicas desde Pedraza de Campos a 3km de la laguna. Incluso, se construyó un observatorio para uso de turistas, aficionados y ornitólogos.
       Muchos estudiosos consideran las lagunas de Pedraza junto al mar de Campos como uno de los enclaves más importantes de la Tierra de Campos. Sin embargo, sólo después de la intervención de la Fundación Global Nature, al apoyo financiero de la Caja Madrid y a la colaboración del ayuntamiento local, comenzaron las gestiones y actividades de recuperación de la antigua Nava de Pedraza, ante su importancia biológica y el Programa de Restauración de Humedales en Tierra de Campos, iniciado en 2004. Un arrendamiento de los terrenos comunales y las obras de recuperación hidrológica, así como también el levantamiento topográfico del vaso o cubeta lagunar se han hecho necesarios, a fin de facilitar la inundación natural y controlada por medio de un dique perimetral. Para difundir los valores ecológicos del humedal de Pedraza se construyó una senda interpretativa que finaliza en el observatorio de aves acuáticas,  construido a las orillas de la laguna. Son 4 paneles interpretativos de las diferentes especies de aves y el proyecto de recuperación total de la laguna, junto con folletos explicativos de los diversos aspectos ecológicos y ambientales del humedal. Están previstas también acciones botánicas y faunísticas, censos quincenales, control de los niveles hídricos, etc. para garantizar  dos objetivos principales: el correcto funcionamiento de la laguna y una atención especial a aquellas aves más sensibles por su grado de amenaza o extinción.        
Y para finalizar, deseo felicitar a la Fundación Global Nature por su trabajo en 35 pequeñas lagunas asociadas al Canal de Castilla. Como entidad gestora de un programa europeo de nombre Life Naturaleza ya recuperó un especio protegido que propicia el ciclo vital a miles de aves de distintas especies, nidificantes en estas pequeñas zonas húmedas de reproducción a lo largo del Canal de Castilla. Hay obras en 6 humedales y a lo largo del año en curso están planificadas 10 más en el perímetro lagunar. La ONG afronta un ambicioso proyecto, único en la Comunidad de Castilla y León, con duración de 4 años y un presupuesto de más de 1 millón y medio de euros, financiados por la Comisión Europea (40%) y la Fundación Global Nature (28,6%), además de las aportaciones de la Confederación Hidrográfica del Duero (21, 96%) y la Junta de Castilla y León (9,41%). El proyecto engloba también la retirada de restos palustres, siega de carrizos y biomasa acumulada, sumamente perjudiciales a la supervivencia de miles de aves. Según los estudiosos, la vegetación se descompone, se muere, cae en el agua y provoca el desaparecimiento del humedal. Además, todo eso se completa con la reforestación de los entornos del canal donde se han plantado 90 mil árboles y arbustos, más adecuados al ecosistema del lugar. Incluso, la Red Natura  2000 trabaja en varios espacios de especial conservación y de los recursos botánicos y faunísticos del Canal de Castilla, porque esta ‘acequia’ privilegiada ‘juega un papel de especial importancia en la interconexión de zonas distantes en los espacios protegidos’. En el Canal de Castilla existen especies de aves y otros animales amenazados porque mantienen su hábitat en humedales asociados. En los 35 humedales en restauración están algunos ecosistemas más amenazados con especies como el avetoro, la garza imperial, el carricerín cejudo, al aguilucho lagunero etc., porque los utilizan como refugio, lugar de cría o paso migratorio durante su ciclo vital. Una exposición móvil a través de paneles informativos y maquetas de aves, herbario y un diaporama dan a conocer los valores ambientales del Canal de Castilla y los diversos ecosistemas asociados a su cauce fluvial. Yo soy testigo de todo eso que se está haciendo…

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