quinta-feira, 17 de outubro de 2013

Prádanos de Ojeda - nuestros animales silvestres (8)


        
          La Lista Roja de Especies Amenazadas, también conocida como Libro Rojo, fue creada en 1963. Esta Lista fue elaborada por la UINC = Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (fundada en 1948). Es sin duda el mejor y más completo inventario/catálogo de especies de plantas y animales en peligro de extinción en la actualidad. Su objetivo principal, si no único y exclusivo, es mostrar al público del mundo entero los problemas de conservación de plantas y animales, y colocarse a disposición de gobiernos bien intencionados e instituciones del género para reducir si posible la extinción y la amenaza a los seres vivos de la Madre Naturaleza. La Lista Roja conforme podemos ver en el croquis (foto) presenta criterios y categorías, desde el mayor al menor riesgo de extinción: extinto (EX), extinto en estado silvestre (EW), en peligro crítico (CR), en peligro (EN), vulnerable (VU), casi amenazada (NT), preocupación menor (LC), datos insuficientes (DD) y no evaluado (NE). La Lista Roja es actualizada todos los años entre abril y mayo, y a cada 4 años se realiza una revisión mayor y más apurada de cada especie. Y como nada en la vida tiene unanimidad, esta Lista Roja también ha sido criticada por presentar, según opinión de algunos estudiosos, informaciones pobres o nulas sobre  las fuentes de información. Incluso, se ha dicho casi abiertamente que estas listas  de especies amenazadas o en peligro son utilizadas por gobiernos y países ya de por sí propensos al mal uso del medio ambiente o explotación de recursos naturales.       
        Ahora, si yo te preguntase, amigo on-line, ¿cuál es el país europeo, según informaciones de la UINC, con sus especies más amenazadas de extinción (plantas y animales), sabrías responderme? Pues, mira: infelizmente es España, donde se concentra el mayor porcentaje de especies amenazadas. La causa principal, entre tantas otras (pues son muchas), está en sus políticas de conservación que no consiguen garantizar uno de los mayores patrimonios que la Madre Naturaleza colocó en manos ibéricas, sea por inercia y displicencia en defender sus endemismos > plantas y animales sólo existentes en nuestro país, sea por no conseguir controlar eficientemente la caza, venda y transporte de animales, sea en fin por falta de comprometimiento de sus autoridades > desde el menor de sus alcaldes y ayuntamientos peninsulares hasta el rey que, infelizmente, practica safaris sin cualquier constreñimiento público, dando fuerza a esas prácticas ‘crimisosas’. Por lo visto, pocos se  responsabilizan delante del Mundo por garantizar la conservación de su flora y, principalmente, de la fauna, una vez que alberga en su territorio una gran riqueza de especies, pero muchas de ellas están en peligro o casi amenazadas de extinción. De nuevo repetimos el mismo informe: las causas son las de siempre, o sea, la fragmentación y pérdida de hábitats propios de su fauna, la sobreexplotación de diversos acuíferos o lagunas ej.: Fuentes de Nava/Palencia y otras similares, dispersas en la península Ibérica, la contaminación o destrucción irresponsables de manantiales, arroyos y ríos de toda España, y la introducción de especies invasoras o foráneas, son evidentemente las principales amenazas a nuestra gran biodiversidad. De vez en cuando aparece algún aviso pidiendo SOS como este: La biodiversidad  de España en peligro. Una llamada a la acción’ (Mayo/2013). Para quien no cree en lo que decimos, aquí va una lista de especies amenazadas incluidas en la Lista Roja de la UINC: están en peligro 19% de mamíferos, 24% de reptiles, 37% de peces de agua dulce, 7% de anfibios, 8% de libélulas y 5% de mariposas, 6% de escarabajos. Además, se citan en esa Lista Roja 26% de moluscos terrestres, 34% de moluscos de agua dulce, y 26% de plantas vasculares. El informe citado exige mayores acciones concretas y menos rollos como de costumbre, dirigidos al viento. España, como miembro poderoso de la Unión Europea, se ha comprometido a frenar la pérdida de su biodiversidad antes del año 2020. ¿Será que está haciendo algo de importante para ‘frenar esa pérdida’ indeseable y constreñidora?       
          La UINC ha presentado este año de 2013 su nueva Lista Roja de las especies en peligro y amenazadas de extinción. De acuerdo con ese Informe, habremos de añadir nuevos desaparecimientos y pérdidas de especies en el mundo entero, también en España: a las 70.294 catalogadas deberemos acrecentar otras 4.807 especies analizadas, o sea, de un total de 75.101 especies están seriamente amenazadas de extinción nada menos que 20.934  especies (sobre todo de plantas). Preocupa mucho a los miembros de aquella organización internacional la disminución alarmante de coníferas (34%), de camarones de agua dulce (24%), de caracoles cónicos  (8%) y, sobre todo, de la marsopa sin aleta del río Yangtzé (una expedición listó apenas 400 individuos de ese tipo de ‘delfín’). Tratase de un cetáceo conocido en la China como cerdo del Yangtzé = su costumbre de permanecer en las orillas del río coloca la marsopa sin aleta en grave peligro de extinción. La radiografía de la UINC no es nada halagadora, y mucho menos halagüeña: ‘el panorama general es alarmante. Por eso debemos utilizar todos nuestros conocimientos y esfuerzos de conservación para bien dirigirlos y tornarlos eficientes, si verdaderamente queremos frenar la crisis de extinción de las especies [plantas y animales] que continúa amenazando a todas las formas de vida en el planeta Tierra’. En ese Informe anual, la UINC nos revela que 34% de los cedros, cipreses, abetos y otras plantas/árboles coníferas del mundo están en peligro de extinción actualmente: hubo un aumento de 4% desde 1998. A pesar de que se consiguió algo positivo: algunas especies han salido de la categoría en peligro de extinción y en peligro crítico, gracias a la acción en favor de la conservación. La Lista Roja completa es esta: 75.101 son las especies evaluadas; de este total, 20.934 están amenazadas; 799 extintas (EX); 61 extintas en estado silvestres (EW); 4.227 en peligro crítico (CR); 6.243 en peligro (EN); 10.464 vulnerables (VU) 4.742 casi amenazadas (NT); 241 de bajo riesgo (dependientes de conservación); 31.846  con preocupación menor (LC); y 11.671 con datos insuficientes (DD).       
         Y así como tenemos la Lista Roja de animales en extinción o simplemente amenazados o vulnerables, también existe la Lista Roja de la Flora Vascular [Española]. Esta Lista Roja sigue los mismos criterios de la UINC para evaluar el estado de conservación de la flora ibérica, aunque la inclusión de taxones (= ordenamientos o clasificación en grupos orgánicos emparentados entre sí) en la Lista Roja no significa que estén protegidos o no amenazados. En realidad, los taxones constantes o listados son documentos técnicos con gran valor científico, pues informan a los gestores del Estado acerca de las prioridades de su conservación inmediata o no determinada. Todo esto en nombre de la biodiversidad, de su conservación y el uso sostenible de la enorme diversidad biológica de España, sin duda, una de las más ricas de Europa. Ya en el año 2000, el proyecto AFA = Atlas de Flora Amenazada, y la constitución de la SEB/CP > Sociedad Española de Biología y Conservación de Plantas, listaban 1.149 especies y subespecies amenazadas, y otras 265 consideradas dentro de la categoría de datos insuficientes (DD). Una adenda de 2007 hizo una reevaluación de 466 plantas en situación de riesgo y 35 taxones. En 2008 se ejecutó una nueva evaluación cuando se constató un total de 1.571 especies y subespecies repartidas por las distintas categorías UINC, lo que no quiere decir que todas ellas estén amenazadas. En ese año, 25 taxones se consideraban extintos en España, aunque 15 sobrevivían en estado silvestre en otros países, 4 se conservaban in situ, y de 6 no había datos notificados. Hay casos en que una planta se reintroduce en su medio natural, y de otras se descubren poblaciones nuevas que se creían desaparecidas, gracias a los trabajos de la AFA u otras organizaciones equivalentes, sufragadas con fondos europeos o autonómicos. EN 2008 había 1.196 plantas vasculares amenazadas en las categorías UINC = CR (308), EN (278), VU (619) y DD (133), etc. Por tanto, la flora vascular española sufre un constante y gradual incremento de plantas amenazadas: actualmente, representa un 15% del total vascular.
      Como señalamos en la Lista Roja de los animales silvestres, en relación a las plantas también muchas personas se preguntan, ¿cuáles los objetivos e intereses principales de la Lista Roja de la Flora Vascular Española al estudiar las plantas o animales de la península Ibérica? Claro y evidente, la respuesta está pronta: ‘reunir y actualizar la relación de las plantas silvestres más amenazadas de España, a fin de establecer prioridades de conservación’. Por este motivo, la evaluación sigue las categorías propuestas por la UINC y las listas de sus  4 principales apartados: especies y subespecies extintas (EX), o con alguna categoría de amenaza (CR, EN, VU), especies catalogadas como casi amenazadas (NT), taxones de menor preocupación (LC) y plantas con datos insuficientes (DD). En las Listas Rojas también aparecen las plantas estudiadas por la AFA a través de un estudio de campo y siguiendo un mismo manual de metodología. En esas Listas Rojas se añaden todas las plantas que botánicos españoles consideran en estado de conservación deficiente. De cualquier forma, 80% de las plantas incluidas en las Listas Rojas reevaluadas a lo largo del tiempo siguen estando amenazadas en la actualidad, principalmente en aquellas regiones que albergan un mayor número de endemismos. Ej.: islas Canarias y Andalucía > aquí, las sierras béticas (especialmente Granada) aparecen como áreas más críticas para la conservación de la flora vascular. En otros sistemas montañosos como los Pirineos y la cordillera Cantábrica también existen cifras elevadas, sobre todo en Huesca, Lleida, León y Asturias. En áreas litorales y sub-litorales igualmente existe un alto grado de amenaza debido a las transformaciones del medio biogeográfico, aunque los criterios y categorías de amenaza y peligro sufren cambios cada vez más rigurosos. Como por ejemplo: la UINC ahora usa un criterio más rígido en relación a el área de ocupación de una determinada planta: antes eran 100km², ahora se redujeron para 20km² = en 2000 hubo 625 plantas en la categoría de amenazada; en 2008 constaban apenas 252 taxones. Los taxones más amenazados, de mayor a menor, son estos: compositae (279), plumbaginaceae (111), labiatae (109) leguminosae (108) y brassicaceae (96). Y para dar mayor envergadura y credibilidad, aumentó el número de autores y colaboradores de manera significativa: hoy son más de 180 botánicos de varias universidades españolas.
         En diciembre de 2008, decía un experto en botánica por la Universidad Autónoma de Madrid: ‘ningún mamífero o ave españoles está tan en peligro como las plantas más amenazadas de España. Ni siquiera el lince ibérico’. En este siglo XXI ya han desaparecido 4 clases de plantas, en relación a las 20 en siglos anteriores. El número de especies de plantas aumentó en 6% en 8 años, y alcanzó la cifra de 1.221 especies amenazadas, según la Lista Roja elaborada por la Universidad Autónoma de Madrid. En nuestro país, hay 610 especies vegetales en la categoría vulnerable, 278 en peligro de extinción y 308 en peligro crítico ejs.: la manzanilla real de Sierra Nevada, el abeto andaluz, la orquídea zueco o zapatito de dama, etc.  Hay especies de plantas protegidas por la legislación, pero no han mejorado mucho y, por eso, se han incorporado a la Lista Roja cuando antes no lo estaban. En la última evaluación se sumaron 197 nuevas plantas a ese ranking de la diversidad vegetal en riesgo, y se han salvado otras especies en mejor situación que en años anteriores ej.: el jaramago, planta exclusiva del islote de Alborán, a medio camino entre Almería y Melilla. Entre las incorporaciones a la Lista Roja hay nuevas especies descubiertas recientemente en algún lugar de España con pocas poblaciones, y otras cuyo estado se ha agravado durante la última década, algunas de ellas localizadas en humedales. Se habla de la colleja o silene del Peñón de Ifach/Alicante, una de las plantas más emblemáticas del conservacionismo español en los últimos años. De hecho, de acuerdo con el desplazamiento geográfico, crece el número de especies en peligro o amenazadas, principalmente en el norte peninsular donde los vegetales en peligro se reparten  entre los Pirineos, la cordillera Cantábrica y las costas gallego-asturianas, más aún aquellas situadas en humedales, importantes suministradores de plantas acuáticas.
       España, por el hecho de ser uno de los países con mayor  diversidad biológica de la Unión Europea, debería cuidar más y mejor de su flora vascular. Esto ocurre porque posee factores favorables como su localización geográfica, su diversidad geológica, la gran variabilidad climática, la orografía  de su conjunto peninsular, la multiplicidad edáfica de su territorio, la historia paleobiogeográfica y la existencia de archipiélagos e islas de gran riqueza biológica. La Ley 42/2007, sobre el patrimonio natural y la biodiversidad, establece el régimen jurídico básico de la conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad peninsular. En esta ley de gran alcance florístico/faunístico se refuerzan los procesos ecológicos esenciales y los sistemas básicos para la preservación de la diversidad biológica de España > poblaciones y especies, su variedad, singularidad y belleza de los diversos ecosistemas naturales. En cuanto a la conservación de los hábitats y espacios naturales, ella incorpora las áreas marinas protegidas y la Red Ecológica Europea Natura 2000. La ley crea un listado de especies protegidas, un catálogo de especies amenazadas y un inventario español de especies invasoras. Además, regula la protección de especies en relación a la caza y la pesca continental, y establece también un inventario español de caza y pesca. Con el objetivo de preservar el patrimonio genético y biológico de las especies silvestres, se da prioridad a los taxones autóctonos de flora y fauna silvestres amenazados, y en especial de las especies endémicas en peligro de extinción. Esta ley exige particularmente que se preserven los hábitats específicos cuya situación así lo requiera. Además, establece la prohibición de dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionalmente a los animales silvestres, ‘sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico’, llevando en cuenta los montes, la caza, la agricultura, la pesca continental y marítima, etc. En el caso de los animales, subsiste el principio básico: ‘todas las especies están protegidas aunque algunas se pueden explotar’. Ya en el caso de la flora y hongos, las medidas de prohibir su recolección, cortarlos, mutilarlos, arrancarlos, comerciarlos o destruirlos intencionalmente, se aplicarán los listados de las Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
       Asimismo, España firmó el acuerdo internacional de prevenir mediante la aplicación de normas comunes el comercio de animales y plantas silvestres en situación de riesgo a su supervivencia. La CITES (1975) = Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres exige la difusión general a través de medios informativos y de comunicación social sobre el peligro de extinción de muchas especies (fauna y flora), especialmente aquellas de mayor valor simbólico ej.: en España, el lince, el oso pardo, el lobo etc. El comercio de la flora y fauna silvestre y sus derivados es tan intenso que muchas de esas especies están realmente amenazadas o corren el riesgo inminente de extinguir sus poblaciones en estado silvestre. Se estima que, anualmente, el comercio internacional de vida silvestre (flora y fauna) alcance cifras astronómicas que afectan decenas de miles de especies de animales y plantas. Ese comercio incluye tanto los animales y plantas vivas como sus derivados ejs.: productos alimenticios = ancas de ranas, carnes o aceites de vertebrados marinos; cueros y pieles de animales exóticos, marfil y dientes tallados o no; plumas, escamas o pelos; flores, hojas, raíces y rizomas; instrumentos fabricados con ciertas maderas y en bruto etc. El comercio y la explotación de algunos animales y plantas son insostenibles en el ritmo actual, ocasionando que determinadas especies estén al borde de la extinción. Y aunque cada país/estado firmante de la CITES (150 países) se responsabilice por el control y la aplicación correcta de las leyes internacionales, es necesario un real interés de cumplir esos acuerdos ambientales con miras a garantizar los recursos naturales de aquellos países. La aplicación de las exigencias de la CITES en España se hace desde 1997: es un reglamento de protección a las especies de la flora y fauna silvestres mediante el control efectivo de su comercio. En realidad, se trata de garantizar la voluntad de la UE y unificar la aplicación de la ley en todos sus países miembros (27), entre los cuales España se comprometió a adoptar las diferentes medidas comerciales dentro de los parámetros del Traffic Internacional datos y análisis del comercio internacional de especies sujetas a la CITES, lo que quiere decir medidas de un mayor control de protección a las especies de fauna y flora silvestres, más estrictas y extensivas  a especies no protegidas.      
        Esa ley 42/2007 fue un marco regulatorio en defensa de la preservación y conservación de las especies amenazadas, vulnerables o en peligro de extinción de España. Además, años después, saldría el Real Decreto 139/2011 que disponía sobre las estrategias y criterios orientadores en la lucha contra las principales amenazas a la biodiversidad de la flora y fauna españolas, incluso de los dos archipiélagos (Baleares y Canarias). En un listado estratégico se citan 14 especies de animales más amenazados en la península Ibérica. Por orden alfabético son las siguientes en la categoría amenazas y en riesgo de desaparecimiento: 
        1ª- el águila imperial ibérica (Áquila adalberti) está incluida, desde 1990, en la categoría UINC en peligro de extinción. Tratase de un ave de presa exclusiva del Mediterráneo occidental y una de las aves más escasas del mundo, aunque  también sea una de las más conocidas y emblemáticas. A ella se han dedicado esfuerzos y recursos, pero con resultados insatisfactorios debido a la gran mortalidad a que ella está sujeta. Causas: las actividades humanas han destruido su hábitat (cepos, venenos y disparos) y padece de falta de incentivos para la conservación de la especie debido a que su hábitat se encuentra afectado por aprovechamientos e intereses privados (actividades cinegéticas, agrarias y forestales). Su población no ha encontrado niveles mínimos de seguridad en las tres últimas décadas, sobre todo por causa de la electrocución, y utilización masiva e ilegal de productos tóxicos. Los Planes de Recuperación llevados a cabo por las comunidades autónomas españolas, a la luz de la experiencia y conocimientos adquiridos, y llevando en cuenta que la actitud social hacia la especie y la solución de su problemática han mejorado [incluso en el medio rural y entorno socioeconómico donde habita], se ha tomado conciencia de su delicada situación, lo que ha motivado campañas, estudios, censos nacionales (4) y un vasto programa de conservación. Desde 1915 está vedada su caza, captura y comercio; y desde 1966 es declarada especie protegida. En el año 2000 sólo existían 141 parejas. Su productividad fue notablemente afectada por el descendido y diminución generalizada de su presa principal, el conejo silvestre, además de otras concausas ej.: enfermedades, caídas de pollos, contaminación, etc. El área ocupada por la especie está por bajo de su área potencial.  
       2ª- la almeja de río o náyade auriculada (Margaritifera articularia) también está incluida, desde 1990, en la categoría UINC en peligro de extinción. Tratase de un molusco bivalvo de agua dulce y de gran tamaño, que pertenece a la familia de los mejillones de agua dulce, y su hábitat preferido parece ser la cuenca del río Ebro y los canales de Tauste y Aragón. A principios del siglo XX, la margaritona ocupaba preferentemente los fondos de gran profundidad (5/7m): las valvas eran recolectadas para empuñaduras de cuchillos y navajas. En los años 1980 aparecieron algunos restos de ejemplares recién muertos en un dragado del delta del río Ebro, y una población en el Canal Imperial de Aragón. Hasta ahora se han etiquetado 2.600 individuos. En Francia se han encontrado signos de su presencia en las cuencas de los ríos Loira y Garona, confirmando la supervivencia del molusco donde se presumía su desaparición. La pérdida de su hábitat, así como el pequeño tamaño y fragmentación de sus poblaciones hace la M. auricularia una especie en peligro de extinción por dos poderosos motivos: la introducción de dos especies foráneas = mejillón cebra y almeja asiática, ciertamente dos factores de amenaza adicionales. La M. auricularia parece ser una especie hermafrodita, y las larvas necesitan entrar en contacto con las branquias de un pez hospedador intermediario hasta llegar a su desarrollo. Allí debe evitar a los depredadores y encontrar un micro-hábitat favorable donde crecer. El aspecto clave de la ecología de esta especie está en sus hospedadores que parecen ser el esturión común y la blenia de río. Cabe por tanto dar protección a las especies hospedadoras.
     3ª- la focha moruna (Foluca cristata) está en la lista de especies en peligro de extinción desde 1990. Es una de las aves acuáticas más amenazadas de Europa. Su pequeña población se extiende por el norte de África y la península Ibérica con unos 5.000 individuos. Desde finales del siglo XIX viene sufriendo gran interferencia por causa del impacto humano sobre su hábitat. Actualmente, está muy reducida con fluctuaciones muy acusadas debido a la calidad del hábitat y a la pluviometría: en años de lluvias (2003/04) se calculó la existencia de 160/181 parejas nidificantes; ya en los años de sequía (2005/06) se constató la presencia de sólo 15 parejas. En las marismas del Guadalquivir y humedales de Cádiz se encontraron algunas parejas. La causa principal de su descenso numérico está en la mudanza de su hábitat: en Andalucía, por ejemplo, sólo dispone de 18% de su hábitat normal, debido sobre todo a los cambios hidrológicos de los humedales y sobreexplotación de los recursos hídricos que alteran y reducen su hábitat. Sin embargo es la caza que constituye la causa principal de su mortalidad. Se calcula que 20% de las fochas morunas reintroducidas en la Comunidad Valenciana son muertas a cada año por cazadores, así como la depredación ocasional por parte de zorros, jabalíes, gatos, perros y ratas. Por eso, para asegurar la conservación de la especie es necesario conservar, mejorar y aumentar el hábitat disponible. Aumentar el grado de concientización pública es una medida impostergable.
    4ª la lapa ferrugínea (Patella ferrugínea) es el único molusco de las costas españolas, incluido en la categoría UINC, desde 1999, y ejemplar simbólico de invertebrados marinos extremamente amenazados, aunque también poco conocido. Habita exclusivamente el Mediterráneo occidental, y comparte con otros crustáceos (langosta herreña,  jameíto), peces (lamprea y esturión) y mamíferos (ballena y foca monge) la categoría en peligro de extinción. Causas: recolección, destrucción o fragmentación de su hábitat, además de la falta de motivación para resolver la problemática frente a otras especies emblemáticas, acuáticas o terrestres. La P. ferrugínea llama la atención por su tamaño y gruesas costillas radiales. Se distingue de otras especies de moluscos exactamente por su concha grande y sólida, erosionada y cubierta por otros organismos, como algas y bellotas de mar. En Francia se la conoce por lapa gigante. Vive generalmente en zonas de inclinación expuestas al oleaje, con menor preferencia por las paredes verticales. En lugares con mejores condiciones puede alcanzar densidades de hasta 50 indivíduos.                                                                                                                                                               Pero es una especie de crecimiento lento, y se juzga que sea hemafrodita y los machos son más
abundantes que las hembras, si bien esa proporción varia conforme las condiciones ambientales y su localización. Las especies adultas son sedentarias y se desplazan para buscar alimento cuando el oleaje baña las rocas (a noche y en la marea alta). Es una especie endémica en el Mediterráneo occidental donde se encuentra en alarmante regresión. La destrucción de su hábitat por puertos deportivos e infraestructuras o playas artificiales han provocado un descenso acentuado a punto de haberse registrado un número peligroso: apenas 280 ejemplares en el litoral andaluz. El reducido número de ejemplares y la fragmentación de las poblaciones sugieren poco o ninguna reproducción. Mientras tanto, en el norte-africano las especies se consideran reproductoras y su número está en ascensión. En Melilla se encontraron poblaciones de 23.000 ejemplares y en las islas Habibas/Argelia unos 60.000 ejemplares juveniles. Sin embargo, existen grandes fluctuaciones de un año a otro.
   

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