sábado, 2 de novembro de 2013

Prádanos de Ojeda - el desmán ibérico (1)




          
        Diversas particularidades de los ríos en Cantabria, Castilla y León, con sus tres vertientes [atlántica/Duero, mediterránea/Ebro y cantábrica/cuencas propias (Deva, Nansa, Miera, Camesa etc)] han dado lugar a uno de las más ricos y variados ecosistemas ‘fluviales’ de España. Aquí vamos encontrar numerosas especies y hábitats de gran biodiversidad que es necesario conservar y perpetuar a través de proyectos interesantes como ese del desmán ibérico, patrocinado por el Programa Life+. Casi todas las especies amenazadas se encuentran dentro de los Lugares de Importancia Comunitaria (LICs), o sea, aquellos ecosistemas protegidos por el gobierno a fin de garantizar mediante la conservación de sus hábitats naturales (fauna y flora silvestres), ahora considerados prioritarios por los 27 estados-miembros de la Unión Europea. Estos lugares ‘importantes’ son seleccionados en función de estudios científicos y especies en peligro de extinción. Por eso, todos ellos pasarán a formar parte de las Zonas de Especial Conservación, e integrados también a la Red Natura 2000 = áreas naturales de gran valor ecológico con arreglo a la Directiva Hábitats (1992) que incluyen las zonas declaradas como tales (flora y  fauna y, sobre todo, aves silvestres), para conservar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats europeos, listados como más valiosos y amenazados de extinción. La Agencia Europea del Medio Ambiente ha confirmado la siguiente constatación: en las últimas décadas, se han extinguido 64 especies de flora endémicas, y  están amenazadas 38% de las especies de aves  y 45% de las mariposas = consideradas vulnerables o casi amenazadas. Además, 60% de los humedales se han reducido drásticamente en los últimos años, siendo las presiones sociales (incendios, cambios de usos del suelo, nuevas infraestructuras, aumento de las áreas urbanas, intensificación del turismo, etc) los mayores responsables por todas estas pérdidas. Para defender esa riqueza incalculable de Europa se estableció una protección especial para las especies de interés comunitario, incluyendo especies amenazadas y endémicas. La legislación española establece: ‘las Comunidades Autónomas deberán encargarse  de elaborar listas de LICs que podrán ser declarados Zonas de Especial Conservación (ZECs) o Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs)’.       
     Diferentemente de aquella lista oficial del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, presentada en apartados anteriores donde constan 14 especies amenazadas de extinción ej.: el águila real, la almeja de río, la focha moruna, la lapa ferrugínea, el lince ibérico, etc., ahora aparecen otras 17 especies no oficiales, pero corriendo el mismo riesgo de desaparecimiento. El único espécimen citado en las dos Listas Rojas es el oso pardo. Son ellas: el buitre leonado, el ciervo, la cigüeña blanca, el corzo, el jabalí, la lechuza común, el lobo ibérico, el rebeco, el tejón, el zorro común, la trucha de río, la liebre, la garza real, el erizo moruno, el murciélago patudo, la musaraña de Osorio y el desmán ibérico. Pues es de este animalejo = un insectívoro semi-acuático que habita en las proximidades de riachuelos y torrentes, con hábitos discretos y nocturnos –‘su seña de identidad más característica es su morro en forma de trompa’- que intentaré daros algunas informaciones de interés, considerando la importancia a él conferida por el secretario del Medio Ambiente, en Plasencia/Extremadura (septiembre/2013). No lo vais a creer, pero existe un proyecto o estrategia nacional para salvar al desmán ibérico (Galemys pyrenaicus rufulus), denominado o intitulado Life+Desmanía. Hay dos subespecies: la pirenaica (ibérica y francesa), mayor y más común arriba citada, y la cantábrica, inferior en tamaño, que aparece en nuestros ríos de montaña, el llamado desmán cantábrico (Galemys pyrenaicus pyrenaicus).  Es algo increíble si consideramos que existen mamíferos de mayor expresión ibérica, y casi nada se hace por salvar sus especies de la extinción. De cualquier forma,  este proyecto de salvar el desmán ibérico no deja de ser un punto positivo y emblemático en la recuperación de especies casi desaparecidas en España debido a ser un habitante exigente de ríos transparentes y no contaminados.         
       El desmán ibérico o desmán de los Pirineos es un mamífero soricomorfo, muy parecido a la musaraña = animal subterráneo acuático o topo [rata] de agua, una especie semi-acuática que vive en ríos y arroyos de la península Ibérica, donde construye sus abrigos y hace vida, principalmente nocturna. Su hábitat más específico está en las oquedades de riberas de los ríos  de montaña.  El desmán ibérico se distingue de las otras especies similares por presentar un hocico largo y aplastado, dotado de numerosas vibrisas táctiles. Con esa pequeña trompa atrapa las larvas de las cuales se alimenta. Vive en el norte peninsular, desde Galicia y montes Cantábricos hasta las dos vertientes de los Pirineos. Es pequeñito (10/16 cm de longitud y otros tantos de cola), pero sus patas traseras son robustas y ágiles; ya las delanteras son hábiles para excavar. Se dice que está amenazado debido a la vulnerabilidad de su hábitat. Para mejor distinguirlo de otros minúsculos mamíferos, diremos que el desmán ibérico se asemeja a una rata o topo, con el cuerpo ancho y aplastado. El hocico, su más inusitada característica, tiene forma cónica en forma de trompa móvil, provista de pelos sensibles; en su extremo posee dos orificios nasales. Los ojos son pequeñitos, no tiene orejas y las patas poseen cinco dedos cada una con uñas muy fuertes, y membranas entre los dedos que le facilitan la natación. Revístese de pelos brillantes y varía de color (entre el gris y castaño oscuro); su dentadura tiene 44 dientes.          
          Se trata de una especie listada como ‘vulnerable’ por la antigua ICONA = Instituto para la Conservación de la Naturaleza (1971), substituido por la Dirección General del Medio Natural (1991). Aparece en el Convenio de Berna (1982), donde se exigen ‘cuidados especialísimos’ y un ‘interés especial’ (¡?) por el desmán ibérico. La contaminación de los cursos de agua le afecta de modo particular, motivo por el cual ha desaparecido del sistema Central. Es un animal preferentemente nocturno, aunque puede ser observado de día cuando sale a cazar sus pequeñas presas (larvas, minúsculos crustáceos y peces), pues permanece activo durante todo el año. La vista y el oído de este pequeño animal son mediocres, que compensa con un olfato y gusto muy desarrollados, siento su tacto extraordinario, a causa de los pelillos de su trompa muy sensibles a los cambios de presión del agua, detectando las presas o enemigos a distancia de un metro o más. Las hembras pueden tener dos partos anuales (1 a 5 crías), guarnecidos en madrigueras, extremamente guardadas y tapizadas con restos de vegetales. Normalmente, se mueve en un territorio de 200/400m donde construye las galerías al borde de los ríos de montaña, y sus nidos se encuentran bajo las raíces de arbustos presentes en las márgenes, utilizando hojarascas, palos, musgos etc. Vive en altitudes hasta 2500m, en cavidades naturales o madrigueras ya excavadas, siempre cercanas a cursos de agua no contaminados; al contrario, las torrentes deberán ser bien oxigenadas y con abundante vegetación, o zonas pantanosas de montaña con características semejantes: pendientes de ríos, de pequeña o moderada corriente y profundidad. En el Parque de Fuentes Carrionas y en el río Carrión/Palencia es figura significativa, lo que nos dice que las aguas en sus nacientes son aún puras y cristalinas. Mismo así es un animal escaso y se supone existan apenas algunas parejas.                     
           Todas ‘estas características conservacionistas’ deben haber llevado al secretario de estado del Medio Ambiente junto con numerosas autoridades de Extremadura y  Castilla y León a firmar, en Plasencia/Cáceres (2013), una Estrategia Nacional de Conservación del Desmán Ibérico y defender el proyecto Life+Desmanía. Aquel secretario ambientalista destacó ‘la importancia de desarrollar este tipo de proyectos en el que han participado expertos de la especie, tanto del ámbito científico, como de la gestión del medio natural. Por eso consideramos que es un adecuado instrumento y cuya aplicación apoyaremos decididamente para garantizar la conservación de una especie que hasta ahora había recibido escasa atención’. Tratase de un proyecto cofinanciado al 50% por la Comisión Europea y su Programa Life+ en áreas de la Red Natura 2000 (provincias de Cáceres, León, Zamora, Salamanca, Palencia y Ávila). El proyecto está siendo coordinado por la Fundación Biodiversidad y cuenta con la asistencia del Ministerio de  Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Junta de Castilla y León, la Junta de Extremadura, etc. Cuenta aún con la Mancomunidad de Municipios del Sur de León y apoyo de las Confederaciones Hidrográficas del Miño/Sil, Duero y Tajo, centros de investigación y asociaciones de pescadores. Por el tamaño de la participación, sin duda extraordinaria y sorprendente -¿será que no fue por exigencias del Convenio de Berna?- , creemos que obtendrá buenos resultados. Todo esto en nombre de nuestro ‘querido y amado’ desmán ibérico, en realidad una subespecie denominada desmán cantábrico, más común en nuestra Montaña Palentina y Cantabria (Picos de Europa).                 
Los desmanes ibéricos son pequeños animales ‘territoriales’: forman parejas estables y controlan entre 200 y 400m de cauce de ríos, torrentes y lagos del centro-norte de la península Ibérica, desde el norte de Portugal, Galicia, Asturias, Cantabria, norte de las provincias de León, Palencia y Burgos, etc, hasta los Pirineos, además de diversas zonas de los sistemas Central e Ibérico. Para obtener a sus presas (larvas acuáticas y pequeños moluscos y peces) se sujeta al fondo de las torrentes de agua con sus fuertes uñas de pies y manos, mientras escarba con el hocico entre las graveras, guijas y arena del curso fluvial. El desmán es considerado un indicador de la limpieza y salud de las aguas en las que construye su madriguera. Es una de las 79 especies listadas por la UINC como ‘vulnerables’. Sus muchos predadores son por lo general el visón americano, la nutria y algunas zancudas (garza real y cigüeña blanca). El desmán ibérico se parece mucho a otros animales como el topo, la musaraña y la rata de agua. De ahí sus nombres populares de ‘rata de agua’, ‘topo de agua’, ‘rata trompetera’. El desmán ibérico siempre vive en parejas, y posee una glándula de almizclen en el arranque caudal: de aquí el otro nombre como es también conocido, almizclera. Su hábitat, entre tanto es muy vulnerable, y las principales amenazas a su supervivencia son, actualmente, las aguas contaminadas de ríos y arroyos, además de la fragmentación de su hábitat debido a la construcción de hidroeléctricas, embalsas, extracción y desvíos de agua… En algunas zonas es un animal perseguido por la errónea creencia de que es dañino para la pesca de peces, crustáceos y pequeños moluscos de agua dulce. La UINC prevé que con los cambios climáticos y la diminución de las aguas pluviales o desaparecimiento de algunos manantiales por debajo de los 1000m de altitud, el desmán ibérico podrá extinguirse en gran parte de la península Ibérica, cosa que ya está aconteciendo en los sistemas Central e Ibérico. Curiosamente, con el desaparecimiento del desmán en algunas zonas protegidas las pautas descriptivas de las subespecies están siendo cuestionadas por algunos autores, pues la estructura genética del desmán aún no es suficientemente conocida.
         De todos los modos, sabemos que en Cantabria y en la comunidad autónoma de Castilla y León = principalmente en los Picos de Europa (vertientes santanderina y castellana), vamos encontramos especies típicas tanto vegetales como animales, pues la riqueza faunística del Parque es excepcional: en él está representada toda la fauna cantábrica (norte/sur). La singularidad de esta fauna radica en su status de divisor de aguas: es el límite sur de muchas especies europeas, y el límite norte de especies mediterráneas. Otra razón importante está en su bellísimo paisaje humanizado por el uso histórico como zona agro-ganadera: tratase de un mosaico de matorrales, bosques y pastizales, considerados hábitats ideales para todo tipo de plantas y animales. Los Picos de Europa en su parte castellana presentan una diversidad nunca vista: por alto, la región contiene 82% de los anfibios peninsulares, 63% de los reptiles, 72% de las aves reproductoras y 88% de los mamíferos terrestres de España, entre los cuales encontramos el desmán cantábrico, este animalejo tan curioso y singular como inconfundible por su gruesa cola escamosa, su trompa aplastada y cuerpo rechoncho, de ojos muy pequeños y sin pabellones auditivos. Su población total es desconocida, pero se sabe ser más abundante en las zonas atlánticas (ríos y torrentes cantábricos) que en los ambientes mediterráneos de los sistemas Central e Ibérico y regiones pirenaicas de ambas vertientes (francesa y española).  Se le acusa de diezmar los alevines de las piscifactorías, aunque no es totalmente verdadero. Es presa fácil y frecuente de nutrias,  cigüeñas, lechuzas, bucardos ratoneros, cárabos y hasta del gato doméstico. Son de vida corta no superando los 3 años. Su supervivencia no depende tanto de la altitud (es encontrado a nivel del mar en Portugal y a 2500m en los Pirineos) como de las pendientes fluviales y de la velocidad y profundidad de los ríos y arroyos montañeses de aguas limpias, cristalinas y oxigenadas. No acepta la contaminación actual, tal vez  su mayor enemigo.      
        Delante de este animalejo, una ‘joya desconocida’ de la fauna ibérica, varias instituciones internacionales y gobiernos de la UE han insistido que es ‘relevante para el país’ garantizar la supervivencia del desmán ibérico. El secretario del Medio Ambiente ha sido el primero en corroborar el compromiso de varias instituciones (europeas y españolas) de revertir la actual regresión sufrida por las poblaciones del desmán ibérico que aún sobrevive a duras penas en diferentes regiones de la península Ibérica. En Plasencia/Cáceres, el jefe del Ejecutivo Extremeño y el secretario del Medio Ambiente han constatado que se trata de una joya faunística de nuestra riqueza ambiental y, por tanto, ‘tenemos la responsabilidad de conservarlo’ por tratarse además de un excelente bio-indicador de la salud de los ríos de montaña y ecosistemas naturales donde él habita y hace vida preferentemente nocturna. Exactamente ayer, 20 de septiembre de 2013, varias autoridades nacionales y fundaciones públicas y privadas ‘han sumado sus esfuerzos y recursos económicos para tratar de salvar al desmán ibérico, un desconocido animal que sólo habita en la península Ibérica -y cuya presencia revela la buena salud de un río-, pero que se encuentra en peligro de extinción'.          
  El presidente de la Junta de Extremadura hizo cuestión de resaltar la actuación de los agricultores y ganaderos extremeños como siendo los protagonistas y artífices de la riqueza medioambiental de Extremadura y de su estado de conservación. Esta situación próspera de la región extremeña ha incidido sobre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental, porque decididamente no son incompatibles sino que se deben complementar para producir más riqueza, empleo y bienestar -afianzó el ejecutivo de la comunidad autónoma extremeña.     El objetivo principal del Programa Life+, dotado con 2,6 millones de euros, es dar una respuesta rápida para revertir la regresión del desmán ibérico y atenuar las amenazadas de su extinción. Para salvarlo de esta situación de peligro se ha diseñado una ‘estrategia nacional’ de acciones que van a llevarse a cabo durante los próximos años. El proyecto Life+Desmanía plantea acciones urgentes para conservar los hábitats en los que aparece este pequeño mamífero, favoreciendo de forma indirecta a la flora y fauna regionales, además de llevar mejoras a las riberas fluviales y a la calidad de las aguas de montaña donde nacen nuestros principales ríos ibéricos, y se practica la ‘buena pesca’. Las actuaciones se van a desarrollar durante los tres próximos años en las áreas protegidas de la Red Natura 2000, el principal instrumento de conservación de la biodiversidad europea. De momento, serán las provincias de León, Salamanca, Zamora y Cáceres que servirán de campos de pruebas para, más tarde, exportarlas a otras zonas de España y Europa con problemáticas similares. Todas las autoridades y representaciones faunísticas se han referido a la importancia ecológica de este pequeño mamífero al que consideran una especie de ‘bandera azul de los ríos’ y, tal vez por eso mismo, han puesto de relieve su supervivencia actual, así como lo son otros animales más conocidos y emblemáticos como el lince ibérico, el oso pardo, el lobo, el jabalí, etc.
         Como siempre y en todo lugar, las críticas se hacen presentes y no sin razón: muchos entendidos parten del principio de que en España, y bastante a menudo, se quiere empezar la casa por el tejado, o sea, se plantean acciones sin tener claro cuál  es el punto de partida, pues no se sabe cómo priorizar lo que es más conveniente en el caso concreto del desmán ibérico. A final se trata de una especie sumamente esquiva y mal conocida, incluso se ignoran su distribución y poblaciones en las cuencas fluviales, así como la tendencia de su hábitat y la ecología socioespacial de un animalejo que pocos expertos conocen suficientemente. Para comenzar, es un vertebrado exclusivo, un endemismo de la península Ibérica, muy raro, aunque se le considera un excelente indicador de ecosistemas fluviales bien conservados, y mucho más singular de lo que se imagina dada su perspectiva filogenética en relación a otras especies endémicas como el lince ibérico, el águila imperial, el oso pardo etc. Increíblemente, los esfuerzos financieros y sociales para su estudio y conservación aparecen muy lejos de los otorgados [nadie sabe a la cierta por qué] a esos pequeños ‘relámpagos’ de la actualidad. Según se dice y se piensa es una consecuencia de la tradicional subjetividad del conservacionismo ibérico en relación a las pequeñas especies de las Listas Rojas, más o menos actualizadas en determinados países. Las quejas y críticas han sido frecuentes, y a veces contradictorias, en relación a especies consideradas en peligro de extinción.  Cuanto al desmán ibérico se teme que, después de tanta pompa y circunstancia, el resultado sea una escasa efectividad, y aún menos eficiencia considerando el costo-beneficio, o sea, la relación entre los recursos destinados y los resultados obtenidos específicamente, algo que no es una cuestión de someros en épocas en que los presupuestos disponibles son menguantes por no decir casi ridículos.                 

  Sin embargo, es necesario ir adelante con el proyecto del desmán cantábrico porque se trata de un endemismo ibérico amenazado de extinción. Además las poblaciones de esta pequeña joya faunística de nuestros ríos y arroyos de montaña han ido desapareciendo silenciosamente, y al compás orquestado por la incesante destrucción de su hábitat extremamente reservado e inaccesible de la montaña, es posible comprobar su descenso generalizado. Un comentarista llegó a decir estas palabras: ‘esperemos que los proyectos lanzados para salvar el desmán ibérico no sean demasiado tardíos  e insuficientes’. Como nos diría Jorge González, es ‘un reto pendiente’ que España tiene en relación a este animalito = un topo que se alimenta en el agua, sin duda una solución original funcionando muy bien hasta la fecha presente, pero cosa que sabemos ha cambiado de unos tiempos para acá debido a la contaminación de nuestros ríos y al turismo ni siempre fiscalizado y controlado de nuestros bosques y montañas. A pesar de todo, las últimas informaciones disponibles nos dicen que en el entorno cantábrico y pirenaico la situación del desmán ibérico parece ser el mejor de los hábitats, aunque la construcción de embalses puede haber retraído su área de distribución natural e incrementada su fragmentación. En los últimos años, las únicas capturas y localizaciones sistemáticas proceden de los ríos extremeños y cuenca salmantina. Y aún más: desde los años 1990 cinco prospecciones han tratado sin éxito localizar algún ejemplar en diversas provincias ubicadas en el sistema Central. Por este motivo se ha decidido considerar al desmán ibérico en peligro crítico.                    
       Algunos estudiosos de nuestra ‘joya faunística’, como Nores y Gisbert presentan las principales amenazas: en primer lugar, está la fragmentación muy elevada de las poblaciones, no sólo por su reparto en sistemas montañosos sino porque su restricción en las cabeceras de los ríos dificulta o impide la conexión entre las diferentes poblaciones. Las represas y mini-centrales eléctricas son un obstáculo al paso de los desmanes a lo largo de su hábitat primigenio. Esas represas cortan el flujo de animales a través de la cuenca y crean pequeños demos en que el riesgo de la extinción estocástica o catastrófica es enorme, así como se impide la recolonización. La lámina de agua formada metros arriba constituye un hábitat en que el desmán no consigue sobrevivir por su excesiva profundidad y falta de corriente. En el caudal posterior la irregularidad por su liberación súbita perjudica el hábitat de los macro-invertebrados de los que se alimenta el desmán. Las grandes sequías, el fraccionamiento de las poblaciones del desmán y el deterioro del hábitat causado por las represas o embalses, facilitan la extinción local e imposibilitan la recolonización. También las obras civiles (carreteras o puentes) y sucesivas canalizaciones de irrigación agrícola intensifican el deterioro inmediato del hábitat específico, así como el aumento de núcleos urbanos de montaña, destrucción de las riberas y de la vegetación natural de las márgenes afectan sensiblemente tanto a los lugares de anidamiento y refugio como a la insolación del cauce y elevación de la temperatura del agua a cuyos factores e impactos el desmán se siente sometido. Sin olvidar que la contaminación orgánica o química de los ríos debido a la agricultura extensiva e incremento de productos fitosanitarios selectivos es hoy muy grande, prácticamente en todas las comunidades autónomas. Los deportes acuáticos, sobre todo aquellos que destruyen los bentos = plantas y animales que viven fijos sobre los fondos acuáticos, como el barranquismo y el rafting, conllevan el deterioro de las comunidades bentónicas de las cuales se alimenta el pequeñito desmán ibérico. 








      
      
      
         

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