Prádanos de Ojeda – sustentabilidad económica vaccea
En tiempos remotos, Prádanos de Ojeda practicó uma economía agrícola de subsistencia (vaccea); este trabajo ocupaba 90% de la población local. Sus excedentes eran destinados a pagar los impuestos debidos al jefe del clan, a la clase aristocrática y a los artesanos que confeccionaban sus herramientas y utensilios domésticos. El tipo de agricultura variaba conforme la geografía del lugar: en tierras más húmedas se cuidaba del ganado, sobre todo de ovejas y cabras, fuente principal de su riqueza. En otros sitios menos húmedos prevaleció el cultivo de cereales > una agricultura dicha mediterránea, cuja base productiva comportaba trigo, cebada, avena, lentejas, fréjoles etc, además de viñedos y algunas hortalizas. La pecuaria de cabras y ovejas producía carne, lana y leche; los caballos y mulas servían de atracción animal al lado de un rebaño bovino reducido, casi minúsculo.
Los primeros habitantes del perímetro solariego de Prádanos de Ojeda usaron arados de rejas en las tierras más duras. De otro lado, existían pocas áreas genuinamente selváticas e incultas, por más increíble que esto parezca. La mayor parte de los bosques y florestas de clima temperado que cubrían la cuenca del Duero y sus afluentes/subafluentes ya habían sido talados/abatidos. Una parte consiguió sobrevivir gracias a una buena administración que mantuvo el abastecimiento de madera utilizada en la construcción, cercados y combustible (leña).
Em general, la familia vaccea -y, por consiguiente, nuestros ancestrales – era autosuficiente en relación a sus necesidades básicas, como alimentación, ropas/calzados e cerámica (artesanía). El comercio estaba más ligado al lujo aristocrático e a la guerra. De aquí se deduce que el comercio no era movido por cuestiones económicas; su función era puramente social. Las importaciones eran trocadas por productos agrícolas (cereales), pieles y carne. En tiempos de Viriato (147-133 aC) – los libros de Historia hablan de un pastor e a veces de un forajido de la justicia, pero siempre el héroe hispánico de Numancia y Sagunto - los vacceos ya habían adoptado um estilo de vida totalmente romanizado. Entre tanto, sus vecinos ‘galicianos’, asturianos y cántabros del Noroeste y Norte montañosos (ricos en minerales) se mantuvieron independientes.
Prádanos de Ojeda – habitación vaccea
El mundo hogareño de los vacceos era sumamente homogéneo y su estructura social dependía básicamente del lugar y de los recursos disponibles. En las tierras de cultivo más fértiles (proximidad de ríos, riachos y manantiales) la organización social se mantuvo jerarquizada. En este caso, la posición social y los ‘estatutos de la elite’ dependían del linaje y de las propiedades agrícolas. Así, las casas y construcciones vacceas eran simples y edificadas con cualquier material accesible: madera y, principalmente, piedra. El tamaño era un indicador de riqueza y de la condición social de su propietario.
En la época prerromana, los interiores de las casas vacceas eran oscuros y ahumados, pues no había ventanas o agujeros para que el humo pudiese salir sin obstáculos. En general, no utilizaban muebles; se sentaban en pieles y comían en mesas bajas. Las casas podían tener hasta 04 cuartos, aunque la mayoría solo tuviese una habitación. De ahí la poca privacidad de sus ocupantes. Además de una chimenea/hogar, las casas vacceas poseían varias otras dependencias como establos o tenadas para el ganado, almacenes, oficinas etc.
Prádanos de Ojeda así como la mayor parte de la montaña palentina y sus pueblos acantilados mantuvieron viva esta cultura agro-ganadera > actividad tradicional de las gentes que poblaron la extremidad norte de la Tierra de Campos desde la época vaccea. La propia localización geográfica de La Ojeda/Boedo y de sus ‘hermanos’ montañeses crió una tradición comercial donde la artesanía, las fiestas y costumbres regionales, junto a la cocina popular que se recupera económicamente en nuestros días, constituyen los tesoros inestimables de la tradición vaccea.
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