sábado, 12 de maio de 2012

Prádanos de Ojeda – hombre/mujer vacceo


Prádanos de Ojeda – hombre/mujer vacceo 


Algunos escritores clásicos exageran cuando describen el aspecto físico del pueblo vacceo [hispánico] y sus descendientes. Según estos relatos, los vacceos (nuestros mejores antepasados) serían altos, de piel clara, rubios, esbeltos… En mi opinión, estos epítetos caracterizan mejor las gentes anglosajonas que los moradores de Castilla. Se vestían y se arreglaban conforme el lugar: los hombres vestían túnicas de mangas largas, pantalones también largos y anchos, con cintos ricos en dibujos; las mujeres usaban vestidos largos. Ambos usaban capas que podían ser coloridas, hechas generalmente de lana o cáñamo; la seda era solo para los ricos. Los hombres raspaban los cabellos, pero dejaban crecer los bigotes.
Aunque comían y bebían exageradamente (sobre todo en banquetes), vigilaban el peso: la barriga saliente no era bien acepta entre ellos. Las mujeres usaban muchos objetos de adorno (joyas, broches, brazaletes, anheles etc). La mayoría de los hombres no llegaba a los 50 años; las mujeres, ni siquiera a los 30: muchas morían de parto. La mortalidad infantil era altísima, y los cuidados médicos rudimentales, sólo a base de plantas medicinales, prácticas mágicas y de comadres. A los 30 años, la mujer sofría de osteoartritis  a causa de esfuerzos repetitivos como moler el trigo, por ejemplo… 



Prádanos de Ojeda – religión de nuestros ancestrales 

Em Prádanos de Ojeda está la mejor muestra del arte románico, una iglesia imponente de arquitectura medieval. Un escritor nos dejó esta frase lapidar: en estas tierras [de Boedo/Ojeda] se conserva la más alta concentración europea de pequeñas iglesias rurales. Junto a ellas, numerosas ermitas y varios monasterios, completan uno de los más grandiosos conjuntos monumentales de España. Prádanos de Ojeda participa de este paisaje con su iglesia ‘monumental’ y la montaña ‘irrequieta’; en él (¡al menos se habla de conjeturas!) ya existieron varios monasterios cuyos claustros encerraban las famosas fuentes de Palacios, Arrabal y posiblemente las ermitas de san Pedro y de san Jorde, esta última a camino del pueblecito de Villabermudo.
Esa religiosidad viene de lejos: los vacceos eran politeístas y creían en la eficacia de los sacrificios humanos, adivinaciones, brujerías, sortilegios y artes mágicas. Veneraban fuentes, ríos y bosques, y sentían verdadero pavor de fantasmas, pero no hacían una distinción clara entre ‘natural’ y ‘sobrenatural’. Descartados los sacrificios humanos y el culto a la ‘cabeza cortada’ de los celtas no existía nada diferente entre romanos y celtíberos. No poseían ‘panteón’ dedicado a sus dioses como hacían griegos y romanos, pero contaban con más de 400 divinidades – la mayoría asociada a una tribu en particular. Entre todos los dioses, Lug (dios del sol, de la guerra, del comercio, de la tecnología, de la música etc) prevaleció como máxima divinidad a lo largo del tiempo. Los vacceos no formaban idea del cielo o del infierno, de la vida después de la muerte, del juicio final… Entre tanto enterraban a sus muertos junto con ofrendas apropiadas a su clase y sexo.
Los vacceos heredaron el druísmo, o sea, eran individuos cultos, al menos la clase aristocrática que se sujetaba a estudiar y memorizar durante 20 años una enorme cantidad de ‘versos’, ritos y adivinaciones transmitidos oralmente sobre religión, magia, medicina, ‘leyes’ tradicionales, astronomía, geografía/historia tribal… No obstante, el druísmo vacceo es -apenas y tan solamente- citado por escritores clásicos cuando hablan de ceremonias religiosas practicadas em bosques de encinas y carvallos. No sabemos si esta práctica ocurrió en nuestros bosques pradanenses. De hecho, debe ser algo atávico porque cuando yo era niño y veía las encinas y robles de Prádanos tremía de pavor. Templos y santuarios fueron construidos mucho más tarde, a partir del siglo II aC, pero esta tradición religiosa persiste hasta los días actuales. Prádanos de Ojeda es un ejemplo vivo de estas costumbres que ultrapasan la historia prerromana.

Um comentário:

  1. sería de sumo placer conocer -si no es una indiscreción- la autoría de quien escribe, cuando dice -se supone que de su pueblo-:"De hecho, debe ser algo atávico porque cuando yo era niño y veía las encinas y robles de Prádanos temía de pavor". seria un placer contactar. www.pradanosdeojeda.com

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